Para asegurarnos un buen estado de salud, aparte de la práctica de ejercicio físico y tener unos hábitos saludables, tenemos que ser muy conscientes de nuestra alimentación.
Una posible definición de dietética naturista sería por ejemplo: Una alimentación que debe ser equilibrada, variada, natural y lo más saludable posible.
Preferiremos alimentos orgánicos o biológicos, de agricultura y ganaderías ecológicas. Al igual que sea alimentos frescos, de temporada, integrales y de proximidad, por su mayor contenido en vitaminas, minerales, oligoelementos, enzimas, fibra y clorofila.
Sustituiremos los cereales refinados por integrales. Por ejemplo, en lugar de arroz blanco tomaremos arroz integral, que es más rico en fibra, vitaminas (sobre todo el grupo B) y otros nutrientes.
En lugar de azúcar blanco se consumirá azúcar integral de caña o panela o en su lugar miel o melaza o jarabes. También existe como edulcorante la canela, néctar de coco, etc. Además, el azúcar blanco es el máximo exponente de las "calorías vacías" lo que quiere decir que no aporta ningún nutriente al organismo, más bien al contrario, los ropa ya que para que se metabolizan se requieren cantidades importantes de vitaminas especialmente del grupo B.
Sustituiremos la sal refinada por sal marina, que además de cloruro sódico contiene cloruro magnésico, potasio, cloruro cálcico, yodo y oligoelementos, y se consumirá con moderación. Otra opción es utilizar especies culinarias o sal del Himalaya.
En lugar de aceites refinados, utilizaremos aceites vegetales de primera presión en frío (de oliva, de girasol, de sésamo, etc.). Para aderezar alimentos crudos lo ideal sería una mezcla de varios aceites entre los que debería incluirse el de oliva y algún rico en ácidos grasos poliinsaturados (por ejemplo, de germen de trigo), ambos serán siempre de primera presión en frío.
Comer mejor alimentos crudos, al vapor, hervidos, a la plancha, al horno dulce. Y evitar los fritos en aceites muy usados, barbacoas, ahumados, microondas o alimentos muy quemados. Mejor no cocinar a temperaturas muy elevadas ya que se pierden muchos nutrientes.
Como utensilios culinarios seguros tenemos el acero inoxidable, hierro fundido, barro y cerámica (ojo con los esmaltes), porcelana de calidad, vidrio resistente al calor.
Evitar el microondas, aluminio y cobre.
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