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Homeopatía y fiebre

- La fiebre es una elevación de la temperatura corporal como respuesta normalmente a un estado de infección, aunque puede acompañar también a otras afecciones o estados (por ejemplo traumatismos, deshidratación, neoplasias, etc.). Además, tenemos que considerar que la temperatura corporal varía según la actividad física, temperatura ambiental, edad, estados emocionales (ansiedad, nerviosismo, estrés), la cantidad de ropa o en relación al ritmo circadiano (es más alta por la tarde). Dicho esto, el cuadro febril, se acompaña además de una elevación de la temperatura corporal, con anergia (debilidad), falta de apetito y posibles escalofríos, transpiración (sudor), sed y dolor de cabeza. - Dentro de la homeopatía existen muchos remedios indicados para regular la temperatura corporal. A continuación se detallan los más comunes, sus síntomas destacados y diferenciales: * Aconitum Napellus: Fiebre de aparición súbita y violenta, normalmente después de un golpe de aire frío. Piel seca, ardiente. Sin sed y sin sudor. Inquietud y posible ansiedad. * Arsenicum album: Fiebre alta. Agitación e inquietud con posible estado de ansiedad. Mal aliento. Sed intensa pero se bebe a pequeños sorbos. Agravación de madrugada (entre la 1 y 3h). * Belladona: Fiebre alta. Agitación, irritabilidad y posible delirio. Pupilas dilatadas, ojos enrojecidos y brillantes. Cara y piel caliente, roja, pero pies fríos. Sudor y pulso acelerado. * Bryonia alba: Fiebre con inicio lento. Sequedad de piel y mucosas. Mucha sed y sudor. Con dolor de cabeza y sensibilidad a la luz. Se prefiere estar solo y se agrava al menor movimiento. * Chamomilla: Generalmente más en niños, en fiebre asociada a la dentición. Mejillas rojas, apetencia de bebidas frías y el niño quiere que se le coja en brazos. Irritabilidad y agitación. * Gelsenium: Fiebre gradual, con inicio lento, con debilidad, dolores musculares y posibles vértigos. Sin sed y con ganas de estar solo. Ojos lagrimosos, que se cierran (le cuesta mantenerlos abiertos). * Mercurius solubilis: Fiebre con mucha transpiración, sudores “ácidos”, sobre todo por la noche. Sed intensa, lengua con capa blanquecina espesa, mal aliento y exceso de saliva. Posible garganta inflamada y sensibilidad a las temperaturas calientes y frías. * Rhus toxicodendrom: Fiebre alta. Agitación física, con dolores de barriga y extremidades. Mejora el dolor con el movimiento.

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