La gayuba pertenece a la familia de las las ericáceas (como el madroño o brezo). Es un matorral perenne, de apenas medio metro de alto, propio de las zonas rocosas mediterráneas.
Florece en primavera con pequeñas flores rosadas en forma de campanilla que posteriormente dan lugar a bayas rojas, que son alimento para los animales del bosque, de hecho, en griego y latín respectivamente se traduce “uva-ursi” por “uva de oso”. Estas bayas, sin embargo, no son comestibles para el humano.
La parte utilizada son las hojas y el uso tradicional de esta planta medicinal tiene que ver con distintas afecciones urológicas y prostáticas. La ESCOP (European Scientific Cooperative on Phytotherapy) ha aprobado su uso en infecciones leves de las vías urinarias.
Su principal principio activo está constituido por el arbutósido o arbutina (8-10%), un heterósido hidroquinónico. Según la Farmacopea Europea, el contenido mínimo de arbutina debe ser del 7% respecto a droga desecada. Además, contiene taninos (10%), flavonoides (isoquercitrósido e hiperósido), triterpenos pentacíclicos (ácido ursólico y uvaol).
El arbutósido es el principio activo que tiene un papel más interesante. Al ser administrado por vía oral, es hidrolizado por la microbiota intestinal, de manera que se libera hidroquinona. La hidroquinona pasa a sangre y llega hasta el hígado, que por vía sanguínea llega al riñón y se elimina a través de la orina, donde ejerce su acción antiséptica frente a microorganismos causantes habituales de infecciones urinarias. Además de regular el pH urinario y junto con los flavonoides ejercer un efecto diurético moderado.
Entre sus principales aplicaciones la gayuba es eficaz como coadyuvante para combatir las infecciones en las vías urinarias, como cistitis, uretritis, problemas de próstata en el varón, leucorrea y vaginitis en la mujer, y como preventivo en la litiasis renal.
Está contraindicado en gastritis, ulcera gástrico y/o intestinal (los taninos pueden irritar la mucosa digestiva). En insuficiencia renal y hepática, Al igual que en embarazo, lactancia y menores de 12 años.
