El agua es una sustancia inorgánica compuesta por hidrógeno y oxígeno, que se encuentra en los líquidos y los alimentos que tomamos (excepto las grasas). Se la considera un nutriente esencial, ya que agua juega un papel muy importante para el mantenimiento de nuestro organismo. Como nutriente no es energético, es decir, no aporta calorías, lo mismo que ocurre por ej. con las vitaminas y los minerales.
En
función de su procedencia, las aguas minerales pueden variar en su
composición química y organoléptica, así pues, puede haber aguas
que sean más ricas en sulfato de calcio, cloruros, sales de
magnesio, de hierro, etc. Para ser considerada potable es preciso que
cumpla ciertos requisitos tanto químicos como bacteriológicos.
El
agua es el componente más importante del cuerpo humano sin el cual
la vida no sería posible. Entre sus principales funciones se
encuentra:
- Permite que se produzcan las reacciones enzimáticas (catalíticas, de transformación y creación), puesto que las enzimas necesitan de un medio acuoso para que adopten una forma activa.
-Es el medio por el que se comunican las células (incluidas nuestras neuronas que son célula muy hidratadas), por el que se transporta el oxígeno y los nutrientes a nuestros tejidos.
- Retira de nuestro cuerpo los residuos del metabolismo celular que se eliminan por la orina, a través de las heces, la linfa y el sudor.
-Es esencial para el mantenimiento de la temperatura corporal ya que gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura, sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando el calor en el exterior es muy elevado.
- Asiste a todos los procesos digestivos, siendo el elemento principal de todas las secreciones digestivas.
Victoria del Pozo. Naturópata y homeópata.
APTN-Cofenat 3600.
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