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DIENTE DE LEÓN (Taraxacum officinale)

Planta herbácea de la familia de las asteráceas, de la cual tenemos información de sus propiedades medicinales desde la antigua Grecia y las antiguas civilizaciones árabes de Oriente.

La parte que se utiliza de la planta es la raíz y las hojas. Estas hojas pueden consumirse frescas y como medicina en las ensaladas. Sus semillas de la flor se dispersan el viento fácilmente, a todos los niños les encanta soplar sus molinillos blancos de las flores. Se puede recolectar todo el año, pero el mejor momento para recogerla del campo es en el mes de marzo, abril y mayo.

Entre sus principales principios activos destacamos:

- Raíces: inulina, derivados triterpénicos (taraxasterol, isotaraxasterol, arnidiol, faradiol). Principios amargos eudesmanólido (taraxacina). Fitosteroles. Carotenoides (xantófilos). Mucílagos. Abundantes sales potásicas.

- Hojas: flavonoides, cumarinas, vitaminas B y C.

Sus acciones destacadas son la de actuar como:

- Depurativo hepático (colerético) y renal (diurético).

- Aperitivo y digestivo. Laxante suave.

Y sus indicaciones:

- Trastornos hepáticos biliares: insuficiencia biliar, dispepsias hiposecretoras, etc.

- Trastornos que requieran un aumento de la diuresis: edemas, gota, hipertensión arterial, retención de líquidos, etc.

- Por su acción depurativa, puede ser útil como coadyuvante en los tratamientos de fondo de trastornos cutáneos: acné, forunculosis, eczemas, psoriasis, herpes, etc.

Como precaución se tendrá en cuenta el uso de fármacos diuréticos (hipertensión, cardiopatías, insuficiencia renal). El látex de la planta puede producir dermatitis de contacto.

Está contraindicado si hay obstrucción de las vías biliares. Y en caso de embarazo, durante la lactancia y en edades pediátricas.

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