Tras varios días de confinamiento y retomar lecturas, hoy me gustaría compartir del libro "Cúrate a ti mismo" (1930) del Doctor Edward Bach, un breve resumen de algunos de sus párrafos sobre sus verdades fundamentales o principios que dicen:

“La primera de ellas es que el hombre tiene un Alma que es su ser real… Siempre que nosotros lo permitamos, nos guía, protege y anima, vigilante y bondadosa… Al ser una chispa del Todopoderoso, es, por tanto, invencible e inmortal.

El segundo es que somos personalidades que estamos aquí para obtener todo el conocimiento y la experiencia… Para desarrollar las virtudes que nos falten y borrar todo lo malo que haya, avanzando de ese modo hacia el perfeccionamiento de nuestras naturalezas. El Alma sabe qué entorno y qué circunstancias nos permitirán logrado mejor, nos sitúa en esa rama de la vida más apropiada para nuestra meta.

En tercer lugar, tenemos que darnos cuenta que la vida, no es más que un momento en el curso de nuestra evolución… Nuestras almas, que son nuestro auténtico ser, son inmortales, y los cuerpos de que tenemos conciencia son temporales, meramente como caballos que nos llevaran en un viaje…

Cuarto, mientras nuestra Alma y nuestra personalidad estén en buena armonía, todo es paz y alegría, felicidad... No importa cuál sea nuestro trabajo en el mundo -limpiabotas o monarca, terrateniente o campesino, rico o pobre, mientras hagamos ese trabajo particular según los dictados del alma...

El siguiente gran principio es la comprensión de la Unidad de todas las cosas: el Creador de todas las cosas es Amor y todo aquello de lo que tenemos conciencia es en su infinito número de formas una manifestación de ese Amor... Podemos darnos una idea de esta concepción pensando en nuestro Creador como en un sol de amor benéfico y resplandeciente y de cuyo centro irradian infinitos rayos en todas las direcciones… La separación es imposible... Así, cualquier acción contra nosotros mismos o contra otro afecta a la totalidad, pues al causar una imperfección en una parte, ésta se refleja en el todo, cuyas partículas habrán de alcanzar la perfección en última instancia”.

En todas las obras del Dr. Bach hayamos una fuente de amor y luz. Y las esencias florales investigadas por él permiten la conexión con nuestra verdadera naturaleza, transmutando la sombra de la personalidad en el oro de nuestra conciencia.