1. Variada y educativa: Acostumbra a tu hijo/a cuanto antes, a que coma de todo y a degustar los sabores de distintos alimentos. La clave para educarle en hábitos alimentarios saludables está en ofrecerle una alimentación variada desde sus primeros años de vida. La educación requiere de dedicación, constancia, disciplina, no hacer concesiones inaceptables y respeto por el apetito del niño/a. 2. Sana y nutritiva: Escoger los alimentos lo más parecido a como nos los ofrece la madre tierra, abundante en vegetales y en cantidades acordes a sus necesidades. Está en tus manos evitar que tu hijo/a consuma habitualmente alimentos superfluos, como chucherías, bollerías, etc. 3. Equilibrada y consistente: Es imprescindible que conozcas el menú del colegio si se queda en el comedor, para complementarlo con el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, y hacer así una alimentación equilibrada. Los alimentos deben distribuirse a lo largo del día para que el cuerpo obtenga de ellos los nutrientes que necesita, según sus exigencias. 4. Ordenada y relajada: Disfrutad en familia del momento de la comida, en un ambiente relajado y tranquilo, siguiendo un orden a la hora de comer. Es importante recordar que no es sólo importante lo que comemos, sino como comemos. 5. Apetecible, divertida y sorprendente: Si cocinas los alimentos de diferentes maneras, combinas los alimentos que sabes que le gustan menos con otros que le gustan más y presentas los platos en la mesa de forma atractiva, tienes muchas garantías de que la comida le resulte más apetecible. Hazles partícipes de la compra, elaboración de comidas, preparación de la mesa, etc.